Y voy apareciendo de a poco en los lugares en los cuales antes era habitué, eso sucede cuando uno tiene que tomarse unas vacaciones obligadas y por tiempo indeterminado; el regreso es costoso no sólo por las vacaciones en sí, sino también por el reintegrarse a todo lo que antes era habitual y de golpe dejó de serlo.
En el medio hubo una depresión que curar, tratamiento que seguir, medicación que tomar, ganas de vivir necesarias por absorber, comida que ingerir, relaciones por concluir, carrera que enfrentar, gente a quien cuidar, dolores que soportar, duelos por elaborar, puertas que cerrar y otras por encontrar y abrir, gente nueva por incorporar, gente vieja por conservar, objetivos por cumplir, encierros de donde salir, aceptaciones que realizar; y muchas, pero muchas decisiones por tomar.
Pero acá vamos de nuevo con lo que quedó de mí y con lo que pienso construir porque soy una convencida que desde el dolor se puede sacar mucho de bueno, que se puede volver a brillar y posiblemente con mucha mas intensidad que antes; que se puede crear, pero para eso hay que darle un sentido de utilidad y no sólo colgarse del sufrimiento y seguir explotándolo porque en algún momento existió.
La vida está hecha de muy buenas razones para vivir, por qué no aprovecharlas?.
Gracias a todos los que estuvieron conmigo en ese momento y en el actual también. De todos algo absorbí para poder seguir caminando en lugar de eguir sentada al lado del camino llorando por lo que me pasaba y lo que pudiendo ser no era. A todos mi ETERNA GRATITUD.
Y para quienes me lastimaron mis más profundas condolencias por no saber ver en mí lo que en realidad era y todo lo que tenía para dar.
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